domingo, 15 de junio de 2025

Mi primera protesta



“The only dangerous minority is billionaires” 

Hay protestas en todo el país,  casi a diario desde las pasadas elecciones, protestas televisadas, o silenciadas, como las que se marchan desde la opinión opuesta ante las injusticias y las minorías, pero no necesariamente por medio de congregaciones masivas, sino desde una auténtica forma de vivir los días, por ejemplo, los estudiantes que expresan su apoyo a las víctimas de ocupaciones y conflictos bélicos,  y protestas como la de hoy; sucediendo paralelamente a los despliegues militares de Trump. Se supone que fue hoy  su desfile. No sé si por casualidad o por un complot planeado de los medios masivos de comunicación, no encontré ni un canal que estuviera transmitiendo el enorme desfile militar que organizó, casualmente en el día de su cumpleaños, como los dictadores. 

 ¿Les dije que éste particular movimiento de protestas lleva el sencillo título de “No Kings” motivado en principio por Chuck Schumer, líder demócrata del senado,  como oposición a las mañas de Trump de querer saltarse los escalones de la legislación, y regular por pura órden ejecutiva, como los monarcas de antaño. 

Con el tiempo, el sentido de las demostraciones han ido ampliandose en significado. En oposición a las redadas contra migrantes, en oposición al poder de los oligarcas que forman el equipo de la administración, etc. etc.

Quiero compartir una historia personal al respecto de las protestas. Mi hijo menor no tiene aún 18 años, y le gusta mantenerse al día de lo que sucede en la sociedad, los tejes y manejes políticos. Hace unos días me había comentado que como a media hora de aquí iba a haber manifestaciones hoy, que en su práctica de manejo (lo estoy enseñando a conducir), iriamos allá, ¿Sí?. Con el trajín de su graduación que fue apenas ayer (ya salió de la prepa), mi cerebro no registró muy bien lo de la protesta. 

En la mañana, avisaron en las noticias que dos representantes políticos demócratas fueron asesinados justo hoy, al parecer emboscados en sus casas y junto con sus parejas. Una representante y su cónyuge murieron, mientras que el otro representante y su pareja fueron heridos de gravedad. El presunto asesino sigue suelto y con una lista de ataque. 

No voy a negar que cuando mi hijo me recordó sus planes de protestar, me sentí algo nerviosa, pero no lo suficiente para quedarme en casa.

Como al medio día nos fuimos con sólo un cartel hecho por mi hijo M, cuyo mensaje lee: The only dangerous minority is billionaires. Fue difícil encontrar estacionamiento, pero después de dar algunas vueltas sin darnos por vencidos, lo logramos: ¡Sí se pudo! fue la espina dorsal del discurso de la Salutatoriana en la graduación, que es de descendencia hispana, y cuyo mensaje mi corazón no pudo ignorar. Así que motivada por los mensajes de la graduación, y las ganas de mi hijo de formar parte de éstos momentos históricos, me deje sonsacar. Es  re bonita ésta nueva generación con conciencia social.

Al llegar al lugar de encuentro, había una buena cantidad de gente escuchando los discursos, y también un buen de personas dispersas que iban o venían del evento. El mensaje que llevaba M  en un simple cartoncillo negro con letras blancas, llamó bastante la atención de los asistentes, le pedían que si podían tomarle fotografía. Para mi sorpresa, él se mostró condescendiente con las peticiones, y mientras yo, bajo un árbol a las orillas de la multitud,  encontré a una conocida que se pensionó el año pasado de la escuela donde trabajo, M se paseó con su cartel por  lo más tupido de la muchedumbre. Un par de veces regresó a darme una vuelta, incluso lo presenté con mi ex compañera de trabajo, quien también le pidió que la dejara fotografíar el cartel. Fue inevitable el sentimiento de emoción y orgullo que sentí, así como sentirse  parte de algo más grande que uno mismo. Hasta subí en una reconocida red social algunas fotos de mi hijo sosteniendo el cartel, mientras otros le tomaban fotos. Al post le agregué la leyenda “Once an activist always an activist” Una vez activista, siempre un activista.

Hacía un sol inclemente y la humedad, se desplegó en el sudor de las gentes, pero con la excusa del cartel, al final del rally,  muchas personas de todos colores, incluso rojas de sol,  se nos acercaron y tuvimos la oportunidad de intercambiar conversación respecto a lo que necesita cambiar en la administración de Trump, que básicamente es TODO!!! Se siente bien concordar en algo.

Así fue mi primera manifestación, un poco más por compromiso con mi hijo que por valentía. En cuanto a él, desde pequeño le gustaba la idea de encontrarse inmerso en una protesta, pero también fue hoy  su primera experiencia de activista, y ya me advirtió que no será  la última.

Beatriz Osornio Morales.

viernes, 30 de agosto de 2024

Sobre Realismo Mágico


Story pin imageCaigo fácilmente ante los encantos del realismo mágico. Una vez conocí a una mujer en Estados Unidos que admiraba también este tipo de expresión. Ella era la directora de una preparatoria, muy ocupada en la orden administrativa del organigrama como para otra cosa. Hasta entonces pensé que la corriente del realismo mágico era exclusiva de la cultura latinoamericana, sudamericana por sus orígenes en las búsquedas de García Marquez, obvio. 


Expandiendo mis limitados conocimientos y abriendo mi mente a nuevos, también me sorprendió saber que la carrera original de dicha señora había tenido que ver con la música, otro tipo de arte. ¿Cómo fue a dar en la burocracia?. Esa no es una pregunta que pueda yo contestar, y quizá no tenga nada que ver con lo que en realidad me motivó a hablar sobre este tema aquí.


Leyendo un antiguo diario del 2017, encuentro que  el aire de realismo mágico ha sido parte vital y constante, aunque no exclusivamente en el quehacer de la escritura. Por ejemplo este pequeño recuerdo, surgido de la invocación a la ficción, en el cual se antepone el recuerdo.


Cuento, cuéntame algo porque un cuento que no cuenta  no es cuento. Así de árido está el suelo de un Miércoles, pero ya desde el martes andaba por el desierto así que, el camino es largo y estéril para encontrarse. Ante la imposibilidad de encontrar ficción, hago sombra con una mano sobre mi frente, para proteger mis ojos y distinguir algo a lo lejos, donde el viento arrastra la arena alrededor de un objeto circular. ¿Qué puede ser? Mi lógica afirma que debe ser un espanta vaqueros, pero el objeto crece en su rodar con las arenas del desierto.


Los espanta vaqueros son unos arbustos secos que recuerdo de mi infancia. Tienen ramas esparcidas como las enredaderas, pero más gruesas. Crecen en los llanos y dan unas flores en forma de campana entre morado y azul, así como fiusha. Esas campanas son mucho más grandes que las de las enredaderas comunes. Cuando el arbusto se seca, forma un armajo crujiente que el viento arrastra, hace rodar, y éste crece con todo lo que colecciona a su paso. No sé por qué le llaman así. Supongo que en un pasado impreciso y remoto, los vaqueros temían que aquellas visiones asustaran las manadas de vacas.


De chicos a mí y a mis hermanos nos hacía feliz encontrarlos, sobre todo en invierno. Con unas cuantas bolas hacíamos  altísimas luminarias; aun recuerdo sus altas torres que tocaban el cielo.


Como en este caso, el realismo tiene que ver con la experiencia vivida, como la semilla de algo que quizá en algún momento prueba ser imposible en el mundo de la realidad, y de tal forma se manifiesta en el intento de una nueva ficción que no separe la experiencia (aspectos de la realidad) de la creación. Su maestría consiste en saber difuminar los bordes de lo uno en lo otro.


Así comprendí que aquella señora, que aún vive pero en mi vida ya es parte del pasado  (se mudó a otro distrito) es también una muestra del realismo mágico natural.


Beatriz Osornio Morales. Imagen de. Pinterest.


sábado, 9 de marzo de 2024

Sin que la noche sepa

 

Story pin image


Plantaré flores sin que la noche sepa,

lejos de todas las ausencias.


Porque aún siento la oscuridad

reírse en  mí,  con sorna,

de lo cómico 

que solíamos ser ante la luna;

tirados boca arriba.


Aún creo en ti al medio día;

cerca de la una te creo,

luego viene la tarde en discrepancia.


Basta con darte algo de valor

para quemar las madrugadas,  

chuparle un dedo al cielo.


Y todo ese tiempo

no recolectado, haciéndome sublime,

en el colectivo, jugando a la eternidad,

metida en mi propio gusano, como un

portal de tiempo donde viajar.


Alguien más 

inventaría una revolución,

letra por letra,

para leer en el semáforo

“en la ciudad de la furia”

un saltimbanqui de fuego, 

firmaría cartas sin nombre propio

como Pessoa, 

sin sombrero.


Debo admitir que la lluvia

que allá falta,  aquí se inunda,

pero no admito los ayes 

del poeta sudamericano...

sus voluntades lejanas

como los perros románticos, son raros,

yo apenas recuerdo uno al volante de la Dodge.


Cuando aún era niña 

descubriendo la intimidad bajo mi falda,

decidí que un día

plantaré flores sin que la noche sepa.



Beatriz Osornio Morales. Imagen de la red


martes, 20 de febrero de 2024

Sobre la metáfora

Para algunos la metáfora del día de hoy es la metáfora de todos los días.


El simbolismo revelado explorando las imágenes metafóricas | Foto Premium


Es de conocimiento actual que el vocablo metáfora, proviene por medio del idioma latin, al sustantivo 

griego,  metáphora, cuyo significado literal es  traslado o transferencia. Dicho significado perdura en 

nuestros días, de hecho en griego a una transferencia bancaria todavía le llaman metaphora.  


En la retórica literaria, conserva las raíces fundamentales de traslado o transferencia, pero con un alcance

de metaphorein, que viene siendo la forma verbo del vocablo, del cual han surgido denotaciones y

connotaciones incontables, lo que ha contribuido a lo largo de la historia del lenguaje al crecimiento de 

las polisemias lingüísticas. 


En el arte del lenguaje,  la metáfora es un mecanismo cognitivo muy eficiente para expresar diversas formas de ver las cosas. Incluso Lakoff y Johnson en su libro “Las metáforas de la vida cotidiana” especifican que la metáfora podría ser antes que el lenguaje mecánico, una forma de percibir las cosas, por medio de la cual sistematizamos el lenguaje con conceptos metafóricos. “Sobre la base de la evidencia lingüística ante todo, hemos descubierto que la mayor parte de nuestro sistema conceptual ordinario es de naturaleza metafórica. Y hemos encontrado una forma de empezar a identificar detalladamente qué son exactamente las metáforas que estructuran la manera en que percibimos, pensamos y actuamos.”1


De acuerdo con esto, la metáfora se percibe como una acción en sus raíces fundamentales, y en la retórica no sería la excepción, por medio de su mecanismo establece puentes entre dos objetos que se comparan, por su significado denotativo, ciertas características que comparten los dos objetos comparados se unen en acuerdo,  pero también al mismo tiempo establece eliminación en algunos aspectos de dichos objetos, dicha eliminación puede no ser explícita sino subjetiva, y connotativa. Por ejemplo quien dice “tus dientes son perlas preciosas” no solo compara, sino que al conectar estos objetos(los dientes de una persona con las perlas) por ciertas particularidades que ambos comparten, convierte/traslada los dientes en perlas, pudiera ser por su color o por el valor que hace a las perlas algo valioso y bello. Sin embargo, uno podría asumir que como las perlas viven en una concha marina, la  boca de la persona podría ser (connotativamente) la concha, no necesariamente es así, puesto que al unir o denotar las particularidades, se aísla,  o separan las demás características de los dos objetos. Se enfoca la carga expresiva en esas dos características, por el adjetivo “preciosas” sabemos que la metáfora le está dando el concepto de valor a los dientes, y al resaltar esa particularidad, elimina las demás particularidades de ambos objetos. 


Ahora bien, en la actualidad, de acuerdo con Lakoff y Johnson, el pensamiento metafórico es entendido mejor como  “la interpretación de un campo de experiencias en términos de otro ya conocido”2 por ponerlo de alguna manera, para denotar que el mecanismo cognitivo en la formación de metáforas ahora es algo más complejo, pues  no une solamente dos objetos con características afines, sino que puede estar uniendo ideas y conceptos, situaciones que,  o bien tienen algo en común o son opuestos, y básicamente, aquí se alcanza la delgada línea que separa la metáfora de la paradoja. Un ejemplo claro sería la metáfora de que “el tiempo es dinero” o “el tiempo es oro” aquí no se habla de características físicas, sino de una experiencia o concepto de vida, lo que se hace con el tiempo, el trabajo que paga por hora específicamente, hace que el tiempo se convierta en dinero, una metáfora con bases conceptuales en la cultura occidental.


Las metáforas han cambiado, están cambiando, tienen que seguir cambiando, pues ahora tenemos a disposición el estímulo urbano, como una importante variante del entorno, y no solo eso, sino que la urbanidad es concebida completamente por la humanidad, lo más humano del entorno es la urbanidad, surgida desde la necesidad o distintas perspectivas del acto creativo. Uno de los más grandes estímulos (en mi opinión) para el asombro.


Las metáforas de la naturaleza conviven con las metáforas de la urbanidad, lo cual va haciendo más complejo nuestro sistema de conceptos y significados lingüísticos. Se diría que estamos viviendo tiempos privilegiados para la creatividad literaria, contrario a lo que se pudiera creer por el reto que implica un sistema de reajustes lingǘisticos, que además se van adaptando también de acuerdo a las realidades culturales de cada sociedad, y los cambios a los cuales  éstas se enfrentan.


A principios de la Revolución Industrial, también parecía contradictorio un ajuste  sin retos, pues como en toda revolución,  hay retos entre los contingentes. Y de paso, la realidad cambió, el idioma cambió, lo  literal, lo conceptual cambió. 


Hoy en día,  y en plena revolución tecnológica no es la excepción, los conceptos del lenguaje van cambiando rápidamente con los cambios culturales. La globalización frecuentemente es protagonista haciendo uso de conceptos tecnológicos en el entorno de la comunicación. Ahora encontramos conceptos como videollamada, dinero electrónico, ciberespacio, telemedicina, etc. reclamando supremacía en la conceptualización de la actualidad. No  le parezca extraño si escucha hablar del comportamiento de la máquina. Hablamos de ratones, barras de memoria, interfaces, etc. La realidad actual es un campo conceptual metafórico, vamos utilizando esos términos como conceptos metafóricos por la utilidad que proporcionan a los humanos, así como por la relación entre funcionalidades, pues la memoria almacena datos como la memoria recuerdos, el ratón electrónico se asemeja en su forma y movimiento al animal en cuestión.   


De tal forma que el idioma metafórico, sigue en proceso de cambio todos los días junto a la evolución del


pensamiento, en todas las épocas respecto a la metáfora, y en todos los idiomas del mundo. 




Beatriz Osornio Morales, imagen de la red


jueves, 12 de enero de 2023

Y más




Pese a lo que la gente piensa, soy un ser frágil,

una simetría que sabe, que inevitablemente,

un día se hará trizas, vapor, cenizas, humo al viento,

porque también soy trizas, vapor, cenizas, humo, viento.


Pese a lo que tú piensas al beber mi néctar oculto,

la eternidad, esa que extraes extasiado en la tela de mi intimidad,

jamás te abandonará.


Tu aroma está siempre en mi memoria, 

pese a que el recuerdo algún día también deja de ser,

te aseguro me queda tu presencia.

Porque yo, ser, memoria, soy sólo en ti, eso, néctar,

memoria sin memoria, y más.



Beatriz Osornio Morales. Imagen de la red.

domingo, 18 de septiembre de 2022

Grito con lluvia

Ver llover es aferrarse a la memoria,  una ciudad
se siente abandonada en la noche del grito, mientras
las presencias vacías  piden “justicia” desde su ausencia.

Por aquí  sólo pasan golondrinas mojadas,
escapan  de la lluvia antes de que sea torrencial;
Eso me hace pensar en mi lugar vacío por tanto
tiempo, allá en la plaza de mi ciudad callada,
a unos años de haber caído granadas
de no se sabe dónde.

Creí que aunque yo no estuviera presente
al final del verano, llegaría el otoño
a dorar el paisaje con su manía de luz y viento
en los campos de mirasoles, en los edificios,
pero me alcanzó la lluvia como a las golondrinas,
y tuve que ceñirme los ojos a esta pared oculta
por donde veo la ciudad cubierta de bruma,
sepia y gris, mientras recuerdo que jugábamos
un grupo de niños y yo,  a convertirnos en ángeles
saltando en los charcos del pavimento.

El tiempo no es la justicia…
La justicia toma significado en el grito de los tumultos,
hoy no asistieron a la hora patria, porque
Quieren venganza (justicia) para sus muertos, ya no piden
pensar en mejores oportunidades para los vivos.
¿Qué es la justicia después de todo, después del verano?

Ver llover es la perfecta explicación de las cosas
traídas a cuento por el recuerdo, o por la borrasca
disuelta en un silencio que se bebe sorbo a sorbo.

Este año,  llegó la hora del grito con lluvia, después…
por aquí sólo pasan golondrinas mojadas.

Beatriz Osornio Morales. Imagen de la red

lunes, 22 de agosto de 2022

Otro Cumpleaños

El año pasado no escribí sobre el acontecer de mi cumpleaños,  nos agarró en la carretera de regreso de Florida, donde habíamos pasado unas vacaciones parcialmente aburridas, lo que me impide decir que esa vez visitar Florida fue aburrido, es el encuentro que tuvimos con mi hermano Jacob y su familia. Fue  breve, pero estuvo cargado de un dulce sentimiento. Caminar por el resort tempranito y un par  de visitas a la piscina,   también me salvaron del aburrimiento, ah, y Kissimmee, cerca de Orlando. Para celebrar íbamos a pasar a Savannah, Ga. a comer en algún restaurante, pero resulta que después de dar vueltas y vueltas por la encantadora ciudad portuaria, no encontramos donde estacionarnos. Acabamos comiendo mariscos en algún restaurante de cadena en los suburbios de la ciudad.

Este año me gustaría escribir algo, rememorar no, escribir en tiempo real para el presente, para mi, para ti y para un desconocido..

Pero en estos momentos las únicas palabras que se formulan son las de un como rezo. Estrictamente hablando son las palabras más prosaicas  y vulgares de la vida diaria; mi culpa, como buena cristiana, sería querer algo distinto, algo distinto y bonito. Sin embargo, sospecho que ya caí en la tentación de rememorar, y es tan dulce.

El jueves mudamos a mi hijo mayor a su dormitorio en la universidad. La ciudad de Richmond no está descaradamente remota, hora y media en autopista, hora y media de ser fuerte y sonreír con naturalidad. Tuve que poner toda mi energía en eso. Lo bueno es que estuvo soleado. En el edificio había cola de estudiantes mudándose, pero no estuvo tan ajetreado. En el dormitorio nos topamos con la familia del roomate, que también estaban instalando al chico. Un muchachito de semblante agradable y pelo rosa fiusha y desenfadado, de personalidad artística. El dormitorio se sintió bastante reducido, (tarde o temprano todos sudamos) pues éramos, la mamá del roomate, el papá y la tía, o no sé quién sería la otra señora, no puse atención. Las dos mujeres se mostraron cómodas socializando con mi marido que habla hasta por los codos, yo me concentré en lo que estaba, oyendo el cacareo solo de fondo, intercambié apenas unas cuantas frases para no parecer grosera, terminamos de desempacar antes que ellas. Dejamos el edificio para encontrar el mercado de comida, donde comimos juntos con mi hijo antes de regresar a casa. 

Pensar en el hueco que nos queda en la casa cuando alguien se va, equivale a nostalgiar y realmente no quiero sonar dramática;  que un hijo se vaya a la universidad es un logro, más que una desgracia. El rezo es por su felicidad, porque encuentre sentido a su vida y lo que ha escogido para lograr. El rezo, son los murmullos que las paredes de la casa guardan de la voz de mi hijo, mezcladas con las voces de mi otro hijo, en una conversación constante con los juegos de Casper,  son los ecos del mundo.

Hoy es un cumpleaños más, con pastel de chocolate y una comida para nada especial, pero deliciosa. Un lugar vacío en la mesa, en este caso, equivale a la esperanza y la libertad de un hijo autónomo y realizado. Motivo para sonreír, pero ¡cómo lo extraño!

Beatriz Osornio Morales. Imagen de la red

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